2015

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«DEL CUARTEL DEL PRÍNCIPE AL CUARTEL DE ATOCHA. VIDA MILITAR CORUÑESA»

Autor: José Ricardo Pardo Gato

Páginas: 398

Edición: 1ª edición

Editorial: Arenas Publicaciones (Librería Arenas, S.L.)

Lugar de publicación: A Coruña

Año: 2015

ISBN: 978-84-95100-60-3

 

A la fecha de inauguración de la construcción principal del Cuartel de Atocha, cuyo 150 aniversario se conmemoró en el último mes de 2014, este acuartelamiento era -y sigue siendo- el edificio público de mayores dimensiones y de los de mayor influencia urbanística en la ciudad de A Coruña y su entorno, como lo evidencia el hecho de haber sido elegido por la Delegación de A Coruña del Colegio de Arquitectos de Galicia como construcción señera para la celebración del Día Mundial de la Arquitectura de 2005 en A Coruña y haber recibido en 2014 el Premio Batalla de La Coruña.

Una mera visión del edificio a principios del siglo XX bastaría para comprender la enorme repercusión que el mismo debió suponer, ya no solo para los soldados y mandos que lo habitaban por aquel entonces, sino para el resto de la ciudadanía en general, cuya imagen a buen seguro impactaría a la luz de sus ojos ante la magna sobriedad y pureza de líneas que preside su estilo clásico.

El fin militar que lo vio nacer sigue siendo siglo y medio después el leitmotiv de su significado práctico: un edificio perfectamente actualizado y adaptado a las necesidades castrenses de cada momento y circunstancia histórica, y que ha tenido, de siempre, una vinculación muy especial con el Arma de Infantería; ello sin  perjuicio de contar también con una unidad de Ingenieros que ha venido ocupando el conocido propiamente como “patio de Ingenieros”.

Esta legítima representación asentada en la Infantería cabe reservarla, inicial y fundamentalmente, a los ilustres Regimientos Zamora nº 8 e Isabel la Católica nº 54 -o el más conocido nº 29, calificativo por el que llegó asimismo a conocerse como “Cuartel del Regimiento de Infantería Isabel la Católica nº 29”, o, simplemente, “Cuartel de Infantería Isabel la Católica”-; y, más adelante, por la Brigada Aerotransportable;  hasta llegar a la actualidad, cuando la Fuerza Logística Operativa sitúa en esta sede la Unidad de Apoyo a su Cuartel General.

Pero esta guarnición ha servido también de hábitat y cobijo de otros muchos regimientos, batallones, compañías o unidades de muy diverso signo: los Grupos de Operaciones Especiales (GOES) -herederas a su vez del historial del Regimiento de Infantería “La Victoria”-, el 8º Regimiento de Intendencia, diversas Unidades de Sanidad, Batallones de Transmisiones, la Agrupación Mixta de Ingenieros de la División de Infantería “Galicia” nº 81 y la Agrupación Mixta de Ingenieros, Unidad de Servicios de Acuartelamiento (USAC), Unidad de Tropa del Gobierno Militar, la Unidad de Transmisiones Regional (UTR) y la Unidad de Tropa del Cuartel General de la Fuerza Logística Territorial; así como otros muchos organismos militares carentes de tropa propia.

Pensemos, sino, en el importante número de soldados que en determinados momentos ha llegado a albergar entre sus muros, lo que en buena lógica obligaba a la imprescindible adaptación de las instalaciones para posibilitar su acogimiento y la logística que ello implicaba. Así, por ejemplo, durante la Guerra Civil el grueso de las tropas alojadas superaba las 3.000 unidades, la actividad desarrollada por la Brigada Aerotransportable (BRIAT) comprendía en torno a 2.000, y, más cercanamente, con motivo de la instrucción al reclutamiento a través de personal de reemplazo y la puesta en práctica de los Núcleos de Instrucción de Reclutas (NIR), unos quinientos soldados cohabitaban entre sus pasillos, escaleras, patios y salones, sin contar las unidades administrativas encargadas de su organización y adiestramiento.

Datos y cifras que ponen en valor la raigambre de unas instalaciones pero también, a su vez, sus enormes posibilidades presentes y futuras como edificio militar por excelencia, así concebido en su origen y que el tiempo ha venido a dar la razón a aquellos que lo gestaron como tal. Un edificio de enorme solera que enriquece y hace resplandecer el patrimonio militar español, pero también el monumental de una ciudad que mira cara al mar y que, desde antiguo, ha dado cobijo a un rosario de baluartes, promontorios, defensas y acuartelamientos que, como el de Atocha, no hacen más que enaltecer su longeva historia.